Entre las más de 40 instituciones científicas que se agrupan en el oeste de Ciudad de la Habana, hay una que sobresale por sus extraordinarios logros, me refiero al instituto Finlay, instalación que se dedica a la investigación y producción de vacunas humanas.
Fue ahí donde nació la primera y única vacuna efectiva en el mundo contra el meningococo del grupo B y con ella se inició un largo camino en la búsqueda de nuevos fármacos contra enfermedades que aún
carecen de una medida profiláctico curativa.
En estos momentos trabajan en la producción de vacunas clásicas, especialmente las del programa ampliado de inmunizaciones y en lograr el desarrollo de otras combinadas; su logro más reciente de manera conjunta con investigadores del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, también de la capital cubana, es la vacuna pentavalente, la segunda de este tipo que se obtiene en el mundo.
Son estas líneas de trabajo las que sitúan al instituto Finlay en la vanguardia mundial de la industria biotecnológica y médico farmacéutica y su principal resultado es el impacto social por los cientos de miles de vidas que han salvado y los millones que han protegido de enfermedades mortales o que producen severas secuelas a la humanidad.
En estos momentos trabajan en los proyectos de la vacuna contra el cólera, la combinada menimngitis BC_hepatitis B y la mejorada contra el tétano_Difteria_Pertusis; enfermedades muchas que no existen en Cuba pero que constituyen un serio peligro en naciones hermanas.
Además de estos proyectos de investigaciones, por ser un centro de producción, en sus modernas Bioplantas equipadas con tecnologías de avanzada existe la posibilidad de ofrecer capacidades productivas de vacunas bacterianas.
Su principal divisa es su capital humano que está conformado por unos 850 trabajadores, de una alta calificación técnico-profesional con una reconocida experiencia en el campo de las vacunas.
Razones que justifican por qué es el instituto Finlay una de las instituciones científicas que llenan de sano orgullo a todos los cubanos...